Conferencias y Mesas Redondas
Lugar
Museo Goya
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Espoz y Mina, 23
Zaragoza 50003
976 397 387
Fechas y Horario
13 de diciembre
Viernes, 19h.
Precio
Actividad Gratuita
Aforo máximo: 80
Plazas disponibles: 30
El Museo Goya. Colección Fundación Ibercaja-Museo Camón Aznar te ofrece esta conferencia centrada en la arquitectura aragonesa de la época de Goya.
La presencia de Ventura Rodríguez en Zaragoza en 1750 y 1754-1755 marcó un antes y un después en la arquitectura aragonesa, que a partir de entonces comenzó a asumir los planteamientos estéticos de la Ilustración europea. En la primera ocasión el afamado arquitecto regio llegó para diseñar la Santa Capilla del Pilar pero acabó planteando la reconfiguración completa del templo. En la segunda vino para supervisar el inicio de las obras de su soberbio templete. En ambas, la huella que dejó entre los profesionales de la arquitectura fue indeleble, pues les mostró las posibilidades que ofrecía el barroco clasicista o académico de raíz italiana, que permitió a los más brillantes renovar en las siguientes décadas el anquilosado panorama arquitectónico aragonés, que mediada la centuria estaba dominado todavía por un barroco tradicional con toques rococó. Las propias obras de la Santa Capilla y del templo, dirigidas con acierto por Julián Yarza Ceballos, pionero en la asimilación y reinterpretación del modo “venturiano”, se convirtieron en el principal foco difusor del ideal arquitectónico clasicista en Aragón y en un centro formativo privilegiado que alumbró a muchas de las figuras que liderarían la renovación clasicista en tierras aragonesas, como Pedro Ceballos o Manuel Inchauste. Entre ellas destacó Agustín Sanz, el arquitecto aragonés más brillante e influyente del periodo ilustrado y principal abanderado del nuevo ideal clasicista, que hizo evolucionar hacia un avanzado neoclasicismo.
El otro gran foco de renovación de la arquitectura aragonesa, especialmente en los ámbitos civil e ingenieril, fueron las obras del Canal Imperial de Aragón, que tras la asunción de responsabilidades por Ramón Pignatelli en 1772 cobraron gran impulso. Allí trabajaron destacados arquitectos clasicistas formados en El Pilar como Gregorio Sevilla o Fernando Martínez Corcín, pero también jóvenes artífices que, como Tiburcio del Caso, aprendieron el oficio entre el propio canal y distintas instituciones docentes como las escuelas de matemáticas y dibujo de la Real Sociedad Económica Aragonesa y la heredera de esta última, la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, que jugaron un papel fundamental en el surgimiento de una nueva generación de arquitectos de formación académica que culminaría la implantación del ideal clasicista en la arquitectura aragonesa mediante la asunción del novedoso neoclasicismo cortesano. Entre dichos arquitectos habría que señalar al brillante Francisco Rocha, que sucedió a Agustín Sanz como figura central de la arquitectura aragonesa, pero también a otros muy destacados como Matías y José Sanz, Joaquín Asensio, Pascual Jordán o Joaquín Gironza. Mención aparte merecen, por haber estudiado y trabajado fuera de Aragón, Juan Francisco Rodrigo y especialmente el genial Silvestre Pérez, el arquitecto más influyente del neoclasicismo español junto a Juan de Villanueva y uno de los mayores creadores aragoneses de todos los tiempos, injustamente olvidado por su controvertido papel durante la Guerra de la Independencia, un dramático conflicto bélico que segó carreras muy prometedoras y puso fin de forma abrupta a uno de los periodos más brillantes de la arquitectura aragonesa, el de la Ilustración, que conoceremos al detalle en esta conferencia.
Javier Martínez Molina. Doctor en Historia del Arte. Universidad de Zaragoza. Especialista en arte, arquitectura y urbanismo de la época de la Ilustración en España.
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