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LA EXPOSICIÓN “GRATIA PLENA” LLEGA A LOGROÑO

Hasta el 3 de marzo, piezas de Zurbarán y El Greco, pinturas y esculturas desde el románico hasta el barroco, en una selección de obras del Patrimonio Artístico de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara.

- La colaboración de Ibercaja y la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara en la organización de esta muestra ha hecho posible la restauración de algunas de las piezas que se exponen.

(LOGROÑO, 1 FEBRERO, 2005.) Desde el 1 de febrero y hasta el 3 de marzo, el público de Logroño puede visitar la muestra “Gratia Plena”, una gran exposición de arte sacro procedente del Patrimonio Artístico de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara. La exposición, que reúne cincuenta y siete piezas entre pintura, escultura y orfebrería, esta patrocinada por Ibercaja y se exhibe en la Sala Amós Salvador.

Una de las piezas estrella de la exposición es la pintura de Francisco Zurbarán que representa a la “Inmaculada niña”; destacan también una “Anunciación” de El Greco; un “Nacimiento” atribuido a Luis Salvador Carmona y Francisco Salcillo; “El profeta san Elías”, escultura del siglo XVIII tradicionalmente atribuida a Francisco Salcillo; los magníficos relieves de San Salvador de Cifuentes (Guadalajara) dedicados a la vida de la Virgen María, fechados a mediados del siglo XV, además de otras piezas románicas, góticas, renacentistas y barrocas.

La colaboración de Ibercaja y la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara en la organización de esta muestra ha hecho posible la restauración de doce de las cincuenta y siete piezas que se exponen y la limpieza de unas veinte. La exposición “Gratia plena” se inauguró en Zaragoza, el pasado otoño, y después viajó a Guadalajara, con gran éxito de público en ambas ciudades.

La mayoría de las piezas forma parte de los fondos del Museo Diocesano de Sigüenza, que en estos momentos se encuentra cerrado por reformas y que reabrirá sus puertas al público en la primavera de 2005. También se muestran piezas procedentes de la Catedral de Sigüenza, los Museos Parroquiales de Atienza y Pastrana, varias parroquias de la diócesis, incluyendo Guadalajara capital y la Fundación Perlado Verdugo de la parroquia de Jadraque a donde pertenece la “Inmaculada niña” de Zurbarán, aunque desde hace unos años se muestra en el museo diocesano de Sigüenza.

La exposición “Gratia plena” (Llena de Gracia), gira en torno a las representaciones artísticas sobre la Virgen María. La muestra ha sido organizada con motivo del 150 aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción y del Centenario de la Coronación Canónica de la imagen de Nuestra Señora del Pilar, que tiene lugar en 2005.

Como complemento de la exposición “Gratia Plena” se ha editado un DVD y un CD- Rom de carácter didáctico sobre el contenido de la muestra.


LA “INMACULADA NIÑA” DE ZURBARÁN

La muestra se abre con tres piezas que dan sentido al resto de las secciones: dos esculturas góticas en alabastro de Adán y Eva, en el momento de ser expulsados del paraíso terrenal y la pintura de Francisco Zurbarán la “Inmaculada Niña” (1630), que representa a la joven de Nazaret, “Llena de gracia” que, según el cristianismo, devuelve la esperanza a la humanidad al engendrar al Mesías.

El cuadro de Zurbarán, una pintura de 173 por 138 centímetros, es la pieza que preside la muestra y en torno a la que se articula la exposición. Como era costumbre en su época, el pintor barroco adorna la imagen de la Virgen María con seis símbolos, sacados de la letanía lauretana dedicada a la Virgen e inspirada, en parte, en el libro bíblico del “Cantar de los Cantares”.

Los símbolos elegidos por el pintor son: “Estrella de la mañana”, “Puerta del cielo”, “Escala de Jacob”, “Espejo sin mancha”, “Huerto cerrado” y “Nueva Jerusalén”, cuatro rodean la figura de María y dos se encuentran en la parte inferior del cuadro. Estas alegorías son los títulos de cada una de las secciones de la muestra. Las piezas no están ordenadas cronológicamente sino agrupadas según su relación con cada una de las áreas.

LA JOVEN DE NAZARET

Según la devoción católica María, la joven de Nazaret, aparece como Estrella de la mañana y Puerta del cielo, porque hace posibles las promesas de salvación y su cumplimiento. En la zona Estrella de la mañana el visitante podrá contemplar una escultura renacentista del siglo XVI, “Nuestra Señora de la Antigua”, procedente del santuario del mismo nombre, en Guadalajara; las tallas del siglo XVII de un Sacerdote hebreo y del Rey David; “El profeta san Elías”, pieza de la primera mitad del siglo XVIII, tradicionalmente atribuida a Salcillo y las esculturas de San Joaquín y Santa Ana, de la escuela Castellana de los siglos XVII y XVI, respectivamente.

Destaca en esta sección “La Anunciación” de El Greco, fechada entre 1604 y 1614, con unas dimensiones de 152 por 106 centímetros. Corresponde a la última fase del artista y según los expertos es una de sus obras más bellas, delicadas e intensamente espirituales.

Puerta del cielo es el título del segundo espacio expositivo que se abre con una escultura renacentista de alabastro de la “Virgen con el Niño”, representativa de la maternidad de María. También en esta sección, de ambiente navideño, se expone un “Nacimiento” del siglo XVIII, de estilo barroco, atribuido por unos a Francisco Salcillo y por otros a Luis Salvador Carmona.

De especial belleza son los relieves de San Salvador de Cifuentes (Guadalajara). Cinco relieves en madera de nogal policromada, dorada y estofada, de estilo flamenco probablemente de mediados del siglo XV, representan escenas de la vida de la Virgen y la infancia de Jesús: Los Desposorios, La Anunciación, El Nacimiento, La Adoración de los Reyes y La Purificación.

LLENA DE GRACIA

María, la llena de gracia, aparece como Escala de Jacob y Espejo sin macha, porque es plenitud de amor, gracias a la presencia de Dios. La sección Escala de Jacob reúne principalmente piezas de orfebrería, vasos sagrados y objetos destinados al culto y a la celebración litúrgica, de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, como una arqueta eucarística, un cáliz, vinajeras con salvilla y campanilla, unas crismeras, una casulla, una custodia, un incensario, etc. También se muestra una pequeña imagen renacentista de la Virgen con el niño en marfil, que procede de la parroquia de Angón (Guadalajara) y se conserva en el museo Diocesano de Sigüenza.

Espejo sin mancha es el lema del cuarto espacio en el que se muestra una bella talla románica, del siglo XIII, de autor anónimo, realizada en madera policromada, que representa a la Virgen María con el Niño. También se expone un retablo de la Inmaculada Concepción, pintura al óleo sobre tabla del siglo XVI. La Virgen, situada en el centro del retablo, aparece rodeada de santos y santas “imágenes nítidas y limpias de su Hijo”.

MARÍA, LA INMACULADA

María, la Inmaculada, aparece como Huerto cerrado y Nueva Jerusalén, porque en ella comienza el mundo nuevo de la salvación ya alcanzada y todavía en proceso. La sección Huerto cerrado se abre con una talla anónima, barroca, de finales del XVII, que muestra a María como “Divina pastora”. La escultura, de madera policromada y más de un metro de altura procede del Museo parroquial de Pastrana (Guadalajara)

En esta zona se incluyen piezas relacionadas con los Misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, como una Cruz en bronce, de finales del siglo XIII o principios del XIV; un “Calvario” de la primera mitad del siglo XIV, en madera policromada y dorada y una “Piedad” barroca de la segunda mitad del siglo XVI, también en madera policromada.

En pintura, se exhibe una “Piedad” del círculo de Luis de Morales, realizada y hacía 1580-1590, un “Entierro de Cristo”, del maestro de Pozancos, gótico hispano-flamenco-castellano del siglo XVI y la pintura sobre tabla “La resurrección del Señor”, gótico del siglo XVI.

Destaca por original una talla en marfil de estilo luso-hindú, de finales del siglo XVI, que bajo el título “El buen Pastor”, muestra a un joven pastor sentado sobre unas piedras en la cima de un monte, con un pequeño cordero sobre su regazo.

En la última sección Nueva Jerusalén se exponen, entre otras piezas, la imagen de María con su Hijo en los brazos, huyendo a Egipto, una hermosa talla del siglo XIII; una escultura del siglo XVII que representa a San Martín de Finojosa, obispo de Sigüenza en el siglo XII; un plato limosnero del siglo XV y una pintura de cobre de María en oración.

Se exponen también dos tallas románicas de la Virgen, un cuadro del siglo XVI, de María abrazando al Niño y otro del mediados del siglo XX, obra del pintor guadalajareño Regino Pradillo, titulado “Maternidad”. También se muestra en esta sección una talla de la Virgen del Pilar.

La exposición “Gratia plena” se cierra con una sección epílogo que recoge libros, cantorales, documentos, como una bula papal del siglo XVI, y alguna pieza artística relacionada con la figura de la Virgen María.


DIÓCESIS DE SIGÜENZA-GUADALAJARA

Según escribe Luis Herranz Riofrío, codirector de la muestra, en uno de los textos del catálogo “La exposición Gratia plena muestra de forma conjunta y aproximada la historia y el arte de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara” . Las piezas que integran esta muestra son el testimonio de la conformación de la iglesia de la provincia a lo largo del tiempo.

Todas estas piezas han sido creadas, conservadas y siguen utilizándose muchas de ellas, para el servicio del culto y la religiosidad popular y se encuadran en el contexto histórico y cultural de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Para llegar a sus inicios hay que remontarse al siglo XII, en el año 1124 el obispo Bernardo de Agén organiza la reconquista de Sigüenza y logra gradualmente la del resto del territorio diocesano.

Durante su pontificado comienza la construcción de la catedral seguntina y se inicia el proceso de construcción de iglesias en la mitad norte de la Diócesis. El románico es el arte de la Reconquista y paralelamente a la construcción de templos se crean piezas u objetos de culto que ornamentan los espacios y manifiestan la religiosidad del pueblo.

A partir de entonces, la Diócesis de Sigüenza- Guadalajara va creando un patrimonio religioso-artístico que evoluciona y se enriquece con los distintos estilos artísticos que se desarrollan con el paso de los siglos, desde el románico pasando por el gótico, renacentista, barroco hasta llegar a la edad contemporánea.