Estamos rodeados por detalles, objetos, elementos que tenemos delante, que están presentes, pero que no percibimos porque no nos tomamos un momento para mirar, y habitualmente cuando miramos, lo hacemos de la misma forma.

Vemos, pero no observamos; la prisa, la falta de tiempo, nos quita el poder tomarnos un tiempo para que lo específico, el fragmento visual que forma un todo, nuestra posición a la hora de observar se nos revele como algo que está ahí, presente, que aparezca a simple vista cuando siempre ha estado “oculto”, o eso creemos, y cuando lo tenemos localizado no dejamos de verlo.

Esta exposición tratará de esto: el detalle, lo específico, la parte que no está definida a simple vista, que siempre ha estado presente; pero también de romper el canon de la mirada habitual, la de todos los días, de profundizar visualmente en elementos arquitectónicos que nos han acompañado desde siempre hasta nuestros días, y también de otras formas de mirar lo que tenemos delante, porque no hay una sola forma de mirar.

Todo esto lo exteriorizamos en imágenes, para que no vuelva a quedar oculto, y de esta forma buscar sorprender con lo que tenemos presente y no vemos, procurar crear un juego que anime después de ver las fotografías, a buscar dónde se encuentra ese elemento que no se había visto antes, o a mirar de manera distinta a como estamos acostumbrados.

El fotógrafo, un eterno observador del mundo a través de su lente, encuentra en los detalles de los elementos arquitectónicos una fuente inagotable de inspiración. Su mirada perspicaz se enfoca en capturar aquellos aspectos que pasan desapercibidos para la mayoría, buscando revelar su singularidad y belleza oculta.

El fotógrafo se sumerge en un ambiente de solemnidad y misticismo, donde cada detalle arquitectónico se convierte en una pista para desentrañar la esencia y la historia de aquel lugar sagrado. La metodología empleada es una combinación de paciencia, perspicacia y conocimiento técnico.

En primer lugar, el fotógrafo estudia la arquitectura, su estilo y características distintivas. Esto le permite comprender cómo la luz interactúa con los diferentes elementos, cómo se dibujan las sombras y cómo se destacan los detalles. Al comprender la estructura subyacente, el fotógrafo puede anticipar dónde se esconden las joyas arquitectónicas.

El tratamiento del detalle se convierte en una obsesión del fotógrafo. A través de una cuidadosa elección de la perspectiva y el encuadre, busca resaltar esos pequeños elementos que, aunque aparentemente insignificantes, añaden profundidad y textura a la composición general. Desde los relieves tallados en la piedra hasta las delicadas molduras, cada detalle tiene una historia que contar.

El objetivo del fotógrafo es evocar y provocar en el observador una conexión emocional con el elemento arquitectónico. Desea que aquellos que observan sus fotografías se sientan atraídos por el misterio y la belleza que se esconden en cada rincón. Al resaltar lo que pasa desapercibido, invita a los espectadores a descubrir y adivinar de qué elemento arquitectónico se trata, desafiándolos a sumergirse en un juego visual y sensorial.

La paciencia es crucial en esta tarea, ya que el fotógrafo a menudo debe esperar el momento perfecto para capturar la luz adecuada que resalte los detalles. Puede que pase horas esperando el ángulo de sol correcto o que regrese varias veces para capturar la imagen en diferentes momentos del día. La fotografía arquitectónica es un baile entre el fotógrafo y el edificio, una danza en la que el fotógrafo se sumerge en el alma de las piedras para descubrir sus secretos.

En conclusión, la postura del fotógrafo ante los detalles arquitectónicos es de profundo respeto y fascinación. A través de una mirada minuciosa, el fotógrafo desentraña lo que pasa desapercibido y busca evocar y provocar en el observador una conexión emocional con el elemento arquitectónico. Con una metodología que combina el conocimiento técnico, la paciencia y la habilidad para resaltar los detalles, el fotógrafo invita a los espectadores a sumergirse en un juego de descubrimiento visual y sensorial, donde la iglesia se convierte en un enigma digno de explorar.


Dirigido a

Público en general.


Duración

Del 20 de octubre al 8 de noviembre de 2023.
Objetivos de desarrollo sostenible Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible

Organizado por

Mantente informado

Suscríbete a nuestra newsletter y mantente informado de las actividades y eventos de Fundación Ibercaja.