Fundación Ibercaja presenta una nueva e interesante adquisición para su Museo Goya: “Construcción del Templo del Pilar por los Ángeles”, un óleo sobre lienzo de 79 x 108 cm, fechado a mediados del siglo XVIII.

Una obra que complementa la colección de arte del Museo Goya y reafirma la apuesta de Fundación Ibercaja por difundir el esplendor cultural que vivió Zaragoza en el siglo XVIII, alrededor de las ideas ilustradas de nobles, clérigos y burgueses que se plantearon transformar la sociedad mediante la cultura y la educación. Unas coordenadas que siguen estando presentes en Fundación Ibercaja.

La importancia de los artistas de este periodo trasciende las fronteras de Aragón, cuyos estilos se inician en la última fase de la pintura barroca, para derivar rápidamente hacia el neoclasicismo, y en el caso de Goya, hacia la creación de un estilo personal, de una pintura verdaderamente revolucionaria.

El lienzo que presentamos fue incluido como obra de Francisco de Goya (1746-1828), con el número 3 del correspondiente catálogo, en la monografía Goya pintor religioso, publicada por el profesor José Luis Morales y Marín, en 1990 (Diputación General de Aragón, colección "Estudios y monografías”, 12, pp. 34-35.

Se trata de una interpretación libre del boceto de Antonio González Velázquez, conservado en el Museo Pilarista de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, como base del fresco que decora la cúpula sobre la Santa Capilla en el citado templo.
Esta versión de Goya perteneció al Conde de Fuentes en Zaragoza, gran mecenas del arte aragonés, como todos los miembros de la familia Pignatelli. Sus descendientes lo vendieron a Don Clemente Velasco, gran coleccionista que contaba con otras obras de nuestro artista, en cuya posesión se encontraba a últimos de la pasada centuria (siglo XIX).

Entre las resoluciones típicamente goyescas tenemos el tratamiento de las nubes, tanto en el dibujo como en la coloración. El tratamiento de los ángeles está íntimamente ligado con el que llevará a cabo en el boceto para el coreto de la Virgen pocos años más tarde.
Los tonos desplegados en el cuadro constituyen una transcripción de la paleta de este pintor durante el presente periodo, tonos tostados y matizaciones cobrizas. Lo mismo ocurre con la manera de introducir la pasta sobre el lienzo y en las características de las anatomías utilizadas en estos años.

El boceto de González Velázquez debió ser copiado por distintos pintores aragoneses del momento que se disponían a pintar al fresco.

El mismo profesor Morales y Marín volvió a incluir esta obra con el número 530, en el apéndice de su obra Goya, Catálogo de la pintura, publicada por la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, en Zaragoza, en 1994, p. 362. También se incluyó en la edición inglesa de este libro, Goya. A catalogue of his paintings, Real Academia de Bellas Artes de San Luis, Saragossa, 1997, p. 362.
Como autógrafa de Goya figuró en la exposición El Pilar es la Columna. Historia de una devoción, que tuvo lugar en La Lonja de Zaragoza (7 de octubre de 1995-7 de enero 1996), reproducida en la página 85 y catalogada con el numero 69 (p. 227), sin que esta atribución tuviera contestación por parte de la comunidad académica.

Años más tarde, en 2015, la casa de arte Ansorena de Madrid, catalogó el cuadro como obra de Zacarías González Velázquez.
Estamos, como opinaba el profesor Morales y Marín, ante una copia del boceto de la cúpula que corona la Santa Capilla en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, realizada por Antonio González Velázquez en 1752.
Sin poder precisar la autoría de Francisco de Goya, se trata de una pintura de escuela aragonesa de mediados del siglo XVIII, íntimamente vinculada a la mencionada obra de González Velázquez en el templo pilarista.

Accede a la presentación de la obra.

 

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