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CERÁMICAS DE ALBERTO CARRERA EN EL CENTRO CULTURAL IBERCAJA

- Del 5 de diciembre al 10 de enero, composiciones de azulejos, platos y figuras, realizadas en Túnez entre los años 2004 y 2005.

Del 5 de diciembre al 10 de enero, la sala de exposiciones del Centro Cultural Ibercaja Huesca (Duquesa Villahermosa, 1) acogerá una muestra de cerámicas del artista oscense Alberto Carrera Blecua.

Carrera Blecua ofrece una selección de piezas muy recientes, realizadas entre los años 2004 y 2005, la mayor parte de ellas durante su estancia en Túnez. El conjunto de la exposición ofrece una gran variedad de cerámicas donde el artista representa ciertas iconografías recurrentes en su obra anterior – como las flores- así como otras nuevas inspiradas en el sugerente entorno norteafricano en el que ha desarrollado su experiencia en el mundo de la cerámica.

Alberto Carrera viajó a Túnez para poder trabajar la cerámica en un país donde la alfarería se encuentra todavía en un estado de rudimentaria industrialización y algunos pequeños talleres aún mantienen ciertos vestigios de la pasada tradición artesanal, de un oficio milenario ya casi extinguido en el tecnológico “primer mundo”.

Azulejos individuales o en grupo formando una composición, relieves y platos componen una muestra cargada del exotismo y la belleza del país africano donde fueron creadas. Técnicas y recursos decorativos como incisiones, esgrafiados, aplicaciones para dar a las formas riqueza y matices sensoriales impactan al espectador y dan una sensación de “magia” que le transporta a las callejuelas de una ciudad tunecina.

En las cerámicas que presenta Carrera Blecua en la muestra del Centro Cultural Ibercaja, el agua, está presente de muchas maneras, como una sustancia primordial en la vida, no sólo aparece representada por medio de signos como ondas o peces, sino también por las gamas frías de color –verdes y azules profundos- y por ciertos tratamientos en el barro y el vidrio en los que predomina la idea de transparencia y fluidez.

Alberto Carrera Blecua (Huesca, 1952) es, según sus propias palabras, transgresor consigo mismo, inconformista, inquieto, rebelde, con una gran vida interior. “Soy una persona absolutamente normal y corriente –asegura- que se dedica al mundo del arte, con lo que conlleva. Y que vive del arte y de milagro, porque vivir del arte es muy difícil y, gracias a Dios, aún pudo seguir comprando material”.

Desde 1978 ha realizado alrededor de cuarenta exposiciones individuales en todo Aragón, en Madrid, Navarra, Cataluña, en varias ciudades francesas y en Amsterdam (Holanda). Además de participar en numerosas colectivas, ha realizado montajes y performances en España y Francia.