La tarde que ardió Zaragoza, el motín de los broqueleros

El ciclo Un Aragón de novela de Fundación Ibercaja, en su quinta edición, invita a descubrir el lado más narrativo de nuestra historia a través de autores que la convierten en literatura. Una forma de revivir nuestro pasado desde las tramas, personajes y escenarios que aún hoy nos hablan con fuerza. En esta sesión, el prestigioso historiador y novelista Domingo Buesa nos traslada al Zaragoza del siglo XVIII, a través de su último libro, La tarde que ardió Zaragoza. 

Abril de 1776, un canónigo aparece muerto en el monasterio de Cogullada y todo parece indicar que ha sido asesinado. En sus vestimentas se encuentra un pasquín que anuncia una multitudinaria revuelta en Zaragoza para los próximos días si el intendente corregidor de la ciudad no rebaja el precio del pan. Este es el intrigante arranque de la novela en la que Domingo Buesa reconstruyó el conocido como “motín de los broqueleros” en una Zaragoza dominada por la filosofía de la Ilustración, la política de Ramón Pignatelli y las ideas reformistas de la época, pero también por endémicos atrasos e injusticias. Aquella capital aragonesa del siglo XVIII será el marco de un encuentro con uno de los historiadores que más saben sobre la época.

Domingo Buesa es doctor por la Universidad de Zaragoza y catedrático de historia, es presidente de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, miembro de la Real Academia de la Historia y conservador de las colecciones de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, entre otras responsabilidades y reconocimientos. Experto en la historia de Aragón, ha firmado numerosos ensayos y monografías sobre el origen del Reino y el desarrollo de la Corona de Aragón, entre otros períodos históricos. En el plano político ha ocupado cargos como la dirección general de Cultura del Gobierno de Aragón. Como novelista, en los últimos años ha presentado varios títulos de mucho éxito, como Tomarán Jaca al amanecer o El secreto de la catedral de Jaca. Su última novela, Desideria, está mereciendo grandes elogios.