ENTREGA DE LOS DIPLOMAS ACREDITATIVOS A LOS ESTUDIANTES “ERASMUS” BECADOS POR IBERCAJA

Zaragoza, 20 de noviembre de 2009.- Ibercaja ha entregado esta mañana los diplomas acreditativos a los estudiantes de Erasmus que han disfrutado este curso de las becas para su estancia en universidades europeas. Se trata de un grupo de 63 de alumnos seleccionados por su expediente académico, de acuerdo con las condiciones previstas en la convocatoria de becas complementarias realizada por la Universidad de Zaragoza. El presupuesto de estas ayudas asciende a un total de 120.000 euros, que ha aportado la entidad de ahorro dentro del convenio anual que cada año firma con la Universidad de Zaragoza

La entrega ha tenido lugar en Ibercaja Patio de la Infanta, de manos del vicerrector de Estudiantes y Empleo, Fernando Zulaica; y la directora de la Obra Social y Cultural de Ibercaja, Teresa Fernández.
Estas becas Erasmus se concedieron para el curso académico 2008-2009. De ellas han disfrutado 35 chicas y 28 chicos, que han tenido la oportunidad de complementar sus estudios con sus estancias en prestigiosas universidades europeas. En concreto, 12 se han desarrollado en Francia; 10 en cada uno de los siguientes paises: Suecia, Reino Unido e Italia; 8 en Alemania; 4 en Bélgica; 3 en Dinamarca; 2 en Irlanda y 1 en Austria, Finlandia, Holanda y Suiza.

De los 63 becados en esta ocasión, 24 han realizado estudios de Ingeniería; 15 de Medicina; 6 de Administración y empresas; 4 de Historia; 3 de Filología inglesa; 2 de Turismo; 2 de Veterinaria y 1 de Relaciones laborales, de Biblioteconomía y documentación, de Física, de Geología, de Geografía, de Nutrición y dietética y de Derecho.

Como se sabe, “Erasmus” es un programa de formación de la Unión Europea para la cooperación en el ámbito de la educación. Tiene como objetivo prioritario fomentar la movilidad de estudiantes, lo que permite la cooperación en materia de educación superior y aumentar la calidad de los recursos humanos entre los países participantes. De este programa disfrutan cada año varias decenas de aragoneses. Es, sin duda, una de sus experiencias más valiosas, fuente sólida del tan deseado europeismo y de la difusión de valores como la tolerancia y la convivencia.