Autoestima, autocuidado y calma

El autocuidado es el resultado de un proceso de atención física y emocional hacia uno/a mismo/a, mediante el cual la persona adquiere un mayor entendimiento de sí misma, de su funcionamiento psicológico y emocional. Es junto a la autoestima y gestión emocional, los pilares básicos del desarrollo personal.

La autoestima es nuestra activación motivacional y emocional, la energía que nos impulsa a actuar, la que inicia y guía nuestra conducta. Y es precisamente aquí donde reside su importancia, ya que constituye el núcleo alrededor del cual giran todos los aspectos de nuestra vida.

La autoestima influye en los objetivos que nos marcamos, en la forma de valorar las circunstancias a las que nos enfrentamos, en el esfuerzo que invertimos, en las estrategias que ponemos en juego y en las emociones con las que reaccionamos.

Afecta también al tipo de información que recibimos y a la forma en que la procesamos. Actúa como filtro seleccionador. Interviene de forma decisiva en el desarrollo de nuestras relaciones interpersonales, al incidir en la elección del tipo de personas con las que interaccionamos, las estrategias de relación que utilizamos, el modo en el que categorizamos a los demás y la forma en que valoramos su comportamiento, así como la manera en que reaccionamos ante los comportamientos ajenos.

Las investigaciones científicas al respecto concluyen que las personas con buen nivel de autoconocimiento y autoestima tienden a presentar con mayor frecuencia estados afectivos positivos, son más objetivos, se relacionan mejor, muestran un mayor optimismo y confianza ante el futuro, son más resolutivos, suelen tener un mayor número de experiencias positivas y, en general, alcanzan superiores niveles de calidad de vida y bienestar físico, psicológico y social.

Imparte

Natalia Martín de la Huerga. PhD en Psiquiatría. Máster en Psicología Clínica en Salud Mental, Máster en Neuropsicología y Máster en Rehabilitación Neuropsicológica y Estimulación